LE DIGO ADIÓS A TI Y A TU FALTA DE AMOR HACIA MI

Un poco ingenua e ilusa, sí esas son las palabras exactas que me describirían con respecto a nuestra relación. Pensé que podíamos llegar a ser algo verdaderamente genuino y único pero nos quedamos en deseos y nada más eso.

Creo que hablar de lo que no sucedió es como tocar la herida sin generar algún tipo de cambio en los resultados. La culpa ¿de quién fue? ¿Me sentiría mejor al culparte a ti? ¡No! La culpa la tuvo mi inocencia y lo poco realista que fui al no darme cuenta que no me amabas.

Pues sí, no hay vuelta atrás y como dice el dicho “lo que mal inicia, mal finaliza”. Tú y yo empezamos mal y terminamos mal. Lo peor de todo es que no te tomaste la molestia de decirme el por qué, no me dijiste nada y algunas noches todavía pienso que pude haber sido yo la del error.

Nada más te esfumaste y no hubo palabras desgarradoras ni un “lo siento”. Creo que fue lo mejor porque decir un “no te amo” hubiera sido más doloroso pero al menos hubiera sido directo y sin rodeos.

No vi o no quise ver las muchas señales que me indicaban que no me amabas y que ni tan siquiera era una prioridad en tu vida. No me tenías dentro de tus planes y parecía que tenías miedo a algún tipo de compromiso conmigo.

Ahora todo es claro y me doy cuenta que fui una completa tonta al esperar que actuaras como un verdadero hombre y caballero. No lo eres o al menos no lo fuiste conmigo y creo que me merezco este gran golpe para valorarme y dejar de esperar tanto de las personas como tú.

Me despido y te agradezco por no querer estar conmigo ya que ahora puedo estar en paz conmigo misma en vez de tener a mi lado a alguien que no me aprecia. Esto, es un adiós.