Decirte adiós fue la mejor decisión que pude tomar
- Katy Meza
- 8 may 2015
- 2 Min. de lectura
Eres de esas personas que no me arrepiento haber perdido, de las cuales no siento nada al verlas porque fueron parte de mi pasado pero ya no lo son de mi presente. No soy una resentida social pero sí agradezco que las personas que me hacen mal, estén lejos de mí.
Fuiste alguien importante en su momento y no me arrepiento de lo que hicimos y de lo que tuvimos, pero como todo, hay un final que es necesario y que nos indica que un punto final es más apropiado que unos puntos suspensivos.

No fuiste lo que pensé, lo que quise y lo que soñé que seriamos pero ahora me doy cuenta que no fue más que eso, un simple sueño. Intenté y lo sabes, intenté mil veces que funcionarán las cosas pero cuando te sientes más agotado que enamorado, es una señal importante que te dice: ¡ALTO!
Ese alto es el final de una carretera llena de subes y bajas que lo único que te dejan es perdido. Si buscas el amor quieres sentirte perdidamente enamorado, no perdidamente confundido.
No importa que tanto digas que vas a cambiar y que ya no eres el mismo, porque ya aquí no hay nada que hacer. La paciencia se agotó, el amor se quedó estancado y como pareja no avanzábamos.

Soy de las personas que piensan que las infidelidades son el punto de quiebre de una relación enferma y sin sentido, pero jamás pensé que sería parte de una. Claro, los ojos no ven lo que el corazón no quiere aceptar.
Infidelidades, mentiras, mentiras y más mentiras, excusas, estás muy ocupado, excusas y continuas ocupado ¿Es esto a caso una relación? Porque no lo parece en lo absoluto.
Sí, te perdí pero creo que también hay que ver la moneda del otro lado: me perdiste. Yo te perdí pero en parte lo quería así, en cambio tú me perdiste y pensaste que no hablaba en serio.
Pensaste que me tenías segura, que siempre iba a estar ahí para ti y que iba a ser aquella que nunca te diría no. Creíste que iba a ser el patrón de carne y hueso que no diría nada ni actuaría de ninguna manera, pero las cosas no salen como deseamos, que lo digas tú.
No me arrepiento de que ya no estemos juntos, que no me lleguen mensajes tuyos ni que te vea solamente cuando tienes tiempo. Las relaciones no se basan de excusas ni mucho menos de mentiras y tú querido amigo, eres la mentira vestida de hombre.
Muchas gracias por hacerme caer en la realidad de que no todos son buenas personas y que no todos quieren el bien para los que te aman y te aprecian.
Reitero, no me arrepiento de haberte perdido porque ahora me siento libre, sin peso y con paz. No dejaré que nadie más me robe la paz que me pertenece sólo a mí y no dejaré que nadie más entre a mi vida si no viene con buenas intenciones. Gracias, porque ahora sé que soy mucho más fuerte que ayer.
Comments