VINISTE PARA CAMBIARME LA VIDA, VINISTE PARA MEJORAR MI MUNDO

Yo ya no creía en esas cosas de amores, en ese mundo paralelo en el que el corazón lograba triunfar y los sentimientos salían a relucir, ya no creía en lo creíble. Pero como dice el dicho: “nunca digas nunca”, y aunque pensaba que nunca me volvería a enamorar, llegaste tú para cambiar todo pensamiento y posición.

No fue que me hicieron mucho daño o que me rompieron el corazón incontables veces, sólo que, cuando más esperanzas y sueños tenía a lado de alguien, más se desvanecían y me hacían caer. Entre más ilusiones amorosas tenía, más decepciones inesperadas llegaban.

Vivía en una burbuja en la que era mejor no meterse en esos conflictos amorosos, no sufrir por amar y mejor vivir sin amores peligrosos, pero no sabía de lo que me perdía, de lo que podría dejar pasar por miedo a ser lastimada.

Ahora todo eso cambió, cambió desde que llegaste tú. Creo en el amor gracias a ti, creo en ti, en la confianza y en una relación que sí puede ser fiel, leal y saludable. Creo en las relaciones, en esa persona que te cuidará y te amará por siempre aunque no sea perfecta.

Llegaste para hacerme ver las tantas cosas que me perdía si no me arriesgaba a amar, a luchar y a enamorarme. No hay nada de malo en querer a alguien y soñar un futuro juntos, es simple: el amor no es malo, las personas sí lo son, a veces.

¡Y que lo diga yo! Que no quería volver a enamorarme ni saber nada de cupido, pero ahora estoy aquí, más sonriente y enamorada que nunca. Me siento una mujer nueva, una mujer diferente pero siendo la misma niña de ayer.

Ya no tengo miedo, no tengo miedo a amar, a arriesgar, querer, decir lo que siento y abrazar sin querer soltar. Todo eso fue posible por ti, por una persona que llegó a mostrarme lo que verdaderamente es el amor.

Viniste para cambiar mi vida, viniste para mejorar mi mudo. ¡Gracias por hacerme creer en lo maravilloso que puede ser el amor!