TUVE QUE SUFRIR PARA DARME CUENTA QUE ESTABA ENAMORADA

Éramos dos personas que se amaban insaciablemente. Tú y yo caminábamos con buen ritmo al igual que nuestra relación. Nos llevábamos bien, tú me amabas y yo te adoraba, y eso era sólo el inicio.

La confianza bastaba, el amor era enorme y la química era exacta. Todo iba muy bien, todo iba caminando perfectamente. Eso sí, teníamos problemas como todos los demás pero eran pequeños y no de gran índole.

Sabía que me amabas como a nadie, siempre me respetaste y me diste mi lugar pero como toda historia, siempre hay un “pero” y ésta no es la excepción.

Comenzamos a pelear más a menudo aunque siempre encontrábamos una solución. Te empezó a molestar cosas que antes no te molestaban y estallaste como si fueras una bomba de tiempo. Dijiste que ya estabas cansado y que fui muy injusta contigo. ¿Qué pasó? pensé que todo iba bien y que éramos el uno para el otro.

Más calmadamente me fuiste explicando en qué había fallado y cuáles eran las cosas que te habían hecho tirar la toalla. Y entonces en mi subconsciente me di cuenta que todo lo que decías era cierto y que sin haberlo querido hacer, te herí y no te di el lugar que te merecías. Te tenía “muy seguro”, daba tu amor por sentado y no te cuide lo suficiente… ¡Qué error!

Pensé que ciertas cosas no te molestaban pero me confirmaste que estaba equivocada y que yo era la culpable de esa molestia. No me dijiste nada anteriormente pero sí me lo dices ahora que quieres tirar todo a la basura.

Y entonces un dolor muy fuerte empezó a atacarme y me sentí triste, decepcionada, desesperada y sin oxígeno. No me había sentido antes así y era algo nuevo para mí; sentí como que mi corazón se partió en dos.

A eso le llamo sufrimiento, sí, porque lloré como una desquiciada y me sentí como la más mendiga del mundo. Tuviste que darme ese sacudón para comprender que no solamente te amaba, sino que también estaba enamorada de ti.

Comprendí que no te valoré aunque pensaba que sí y que no te demostré lo mucho que te amaba Tuve que sufrir para darme cuenta que estaba enamorada y ahora estoy aquí queriendo una segunda oportunidad. Cometí un error, lo sé, pero ahora es tiempo de recuperarte y decirte lo que siento. Voy a hacerte cambiar de parecer y te enamoraré como tú lo hiciste conmigo. ¡Ya verás que así será!

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